El VER me parece un acto que se realiza de forma más mecánica, propio de la percepción; sin embargo, cuando se MIRA, se está, sea consciente de ello o no, mirando desde una óptica determinada, desde un observador específico.
Hay un punto de vista desde el cual miramos.
Existe una manera en la persona que está mirando que puede ser muy diferente de la de otro individuo que mira la misma situación.
Cuando observamos desde «dónde» estamos mirando, lo primero que nos HACE RUIDO es que al interpretar una situación ( la REALIDAD particular que construimos) entran en juego nuestros intereses y expectativas…
Por ejemplo, si acabamos de conocer a alguien, es distinto emplazarse desde el cálculo, (a ver qué trato o negocio podemos obtener) o desde el temor o la desconfianza, (a ver qué pretende este) o desde el deseo de agradar…, según nuestros intereses o expectativas prestaremos más atención a unas cosas que a otras, y así, cada uno obtiene nuestra particular visión de la REALIDAD.
En verdad, en el MIRAR entran muchas cosas en juego aparte de intereses y expectativas, asociaciones, recuerdos, imaginaciones, sensaciones, estados de ánimo, actitudes….
Lo importante es ir atendiendo a nuestra mirada y por nuestra experiencia, ir dándonos cuenta desde qué punto de vista MIRA cada uno el mundo, ir viendo si esa particular óptica es elegida y sobre todo si es una óptica útil, que me acerca a mis más profundos deseos o si, por el contrario, me aleja de ellos.
Y tú, en tu vida, MIRAS o VES?
Y, además, desde qué lugar lo haces…?