El Enojo:
“Es la respuesta a una frustración que experimentamos en el momento…” según el Dr. Norberto Levy.
Nos enojamos y nos llenamos de frustración cuando vemos amenazados nuestros intereses y expectativas, cuando sentimos que han atropellado nuestros derechos, invadido el dominio que consideramos nuestro o simplemente cuando estamos en desacuerdo con otras opiniones.
El enojo es una sobrecarga de energía que debemos aprender a reconocer y en lo posible, a controlar.
Es una señal de que algo me amenaza…
Su esencia es darme más fuerza para resolver el problema que me aqueja en ese momento. Es una emoción que empeora las cosas, nos desconecta de nosotros mismos. Cuando nos enojamos, es posible que vayamos por la solución de un problema y luego estemos retornando con dos problemas.
Los motivos pueden ser numerosos, desde los más leves hasta los más intensos y amenazadores, pero siempre existe un factor común: la frustración.
¿Qué pasa cuando sentimos enojo y nos reprimimos?, nos intoxicamos por dentro (gastritis, úlceras, aceleración cardíaca, tensiones musculares, o sea: implotamos.
¿Qué pasa cuando sentimos enojo y lo sacamos afuera?, intoxicamos a los demás o sea: explotamos.
¿Entonces qué podemos hacer?: transformarlo y que sirva de estímulo para conectarnos con los pedidos que necesitamos hacer, con realizar un reclamo efectivo, con las ofertas o promesas que queremos realizar, o revisar la importancia que le dimos al hecho.
Ahora… siguiendo…
1- ¿Qué desencadenó el enojo? Seguramente para cada uno fue algo diferente, pero…
2- ¿Cómo reaccionaron? Agredieron, lastimaron, gritaron…
3- ¿Cómo reaccionó la otra persona? Se defendió, agredió, lastimó…
4- ¿Tuvieron alguna sensación corporal?. ¿En que parte?, de ser así
5- ¿Cómo se sentían en ese momento? ( )
6- ¿El Enojo nos abre o nos cierra posibilidades? ( )
7- ¿Qué pueden hacer para salir del enojo? Podemos concentrarnos en la meta, en lo que queríamos lograr, en la propuesta resolutiva, para lograr mi deseo.
Después de lo leído, les pregunto:
¿Quién eligen ser frente a esta situación de enojo?…
Y por último, me gustaría compartir con ustedes, algo que leí hace un tiempo, y me agradó, del cual no sé la autoría:
Es la historia de un hombre que compraba el periódico en un puesto cerca de su casa y camino a la oficina, pero que sabía de la mala fama de la persona que atendía el puesto, debido a su mal carácter.
Un día caminaba su recorrido diario con un amigo, llegó al puesto de diarios y le dijo al hombre: ¡Buenos días!, a lo cual este señor del puesto contestó: ¿qué tienen de buenos?… nada…(casi gritándole al cliente); el hombre que compraba el periódico, sonrió, le pidió lo de siempre, le pagó y se despidió con un: ¡Hasta mañana!, y que esté usted muy bien… a lo cual el hombre del puesto lo miró con desagrado y continuó refunfuñando…
El amigo del que compró el diario, viendo lo ocurrido, miró a su amigo y le dijo: Pero, ¿porqué sigues comprándole a éste sujeto que te trata tan mal y no tiene ni un dejo de simpatía por los clientes y encima prácticamente te insulta?…
A lo cual el hombre respondió: Porque él no me dirá a mí cómo sentirme, ni donde comprar lo que yo quiero…