Seguramente, muchos de nosotros, en nuestras vidas nos hemos topado con personas a la que podemos definir como problemáticas, difíciles o tóxicas.
¿Quién de ustedes no conoce a un manipulador que te quería dirigir la vida?, ¿un jefe autoritario que pensaba que eras de su propiedad y debías trabajar las veinticuatro horas?, ¿un amigo envidioso que celebraba tus logros y por otro lado le dolían? o ¿un vecino chismoso que sabía que pasaba en tu casa mejor que tú?.
Estas personas con las que nos encontramos con asiduidad, pueden arruinar nuestro día si se los permitimos, además potencian nuestras debilidades y nos recargan de frustraciones.
Ellos destacan por agotar nuestra energía y aplastar nuestro espíritu.
Sería genial si pudiéramos evitarlos, pero lamentablemente, eso no siempre es una opción.
Estas personas, en muchas ocaciones nos han generado dolor con su comportamiento; tal vez, algunas veces nos hicimos preguntas acerca de cómo hacer para convivir con ellas, como por ejemplo: ¿cómo poner límites a su comportamiento?, ¿qué hago ahora?, ¿estoy actuando bien?, ¿cómo debo hacer para que no me ocurra más esto de que personas tóxicas entren en mi vida?, ¿qué estoy haciendo mal para que se mezclen en mi vida?.
Afortunadamente, hay técnicas para lidiar con estas personas difíciles y alguna de ellas están acá debajo.
Algunas técnicas para lidiar con personas tóxicas Tal vez, esta persona que nos daña, es nuestra pareja, un miembro de nuestra familia, un compañero de trabajo, un amigo, o algún extraño.
Una persona tóxica puede presentarse de muchas maneras. Independientemente del escenario, la forma en que elegimos responder, está siempre dentro de nuestro control.
La única manera que podemos lograr con éxito lidiar con ellos, es estar atentos. Practicar la atención plena nos va a permitir estar en el presente y consciente de lo que ocurre y elegir la acción apropiada con una deliberación consciente.
Estos son cuatro maneras para responder conscientemente a una persona que nos daña.
Elegir ser consciente y responder a esa persona de manera consciente en lugar de ser impulsivo tiene numerosos beneficios para nosotros.
Alguna de las cosas que podemos hacer son:
1. Autocontrolarnos
En la oportunidad en que estemos frente a una persona que intenta dañarnos, debemos mantener la calma.
Cuanto más serenos nos comportemos, mejor podemos hacer uso de nuestra capacidad de ser conscientes.
Una buena opción es ver la situación, como un tercero. Observar la situación como si estuviéramos viéndola desde lejos, desde arriba o en tercera persona.
Este es un enfoque consciente que nos permite ver que la difícil situación actual, es sólo temporal. Esto nos ayuda a ser proactivos en lugar de reactivos.
No podemos ceder ante sus tácticas de intimidación, simplemente negarnos a que actúen de esa manera con nosotros. Tampoco debemos de temer a sus reacciones.
Tener simplemente el control de nuestras emociones y acciones, lo que nos da poder para tener más control sobre la situación. Claramente que esto requiere práctica, por supuesto.
2. Adoptar la mentalidad de un principiante
Es imprescindible entender que la necesidad de tener razón, incluso si tenemos razón, no es importante.
Imaginemos que no conocemos la respuesta correcta y estamos abiertos a una nueva perspectiva, esto nos hace actuar con mentalidad de principiante, ya que un principiante lo desconoce todo y está abierto a explorar, descubrir y aprender cosas nuevas.
No es necesario estar de acuerdo, ni nos deberá de gustar su modo de interpretar las cosas. De todos modos, a la otra parte no le interesa si tenemos razón o no. Tal vez, están buscando discutir, pero su argumento podría contener partes de verdad, todo es relativo. O puede que tengas razón, pero también puedes estar equivocado.
Observaremos cada conflicto como una oportunidad para aprender, como lo haría un principiante.
Mantener una mente clara y abierta es fundamental en estas situaciones.
Ser curioso, no argumentativo, esta manera de actuar nos permite conocernos mejor y tal vez hasta asombrarnos de nosotros mismos.
3. Enfocarnos con compasión y empatía
Si cambiamos el enfoque, si cambiamos nuestra mente de reactiva a proactiva, es mucho más fácil responder a las personas difíciles con amabilidad.
No tenemos que ser una persona fácil de convencer, para nada y no tenemos que renunciar a nuestro punto de vista, pero tampoco tenemos que ser groseros con la persona difícil. Mostrar compasión o empatía ayudará a desvanecer la tensión y nos hará sentir mejor como seres humanos. También ayudará a separar a la persona, de la situación que estamos viviendo.
Cuando actúas con compasión y empatía, las personas estarán más abiertas a lo que tienes que decir, por lo que resulta un diálogo más fácil con el otro.. Podemos fijar nuestros límites clara y definidamente sin atacar ni provocar, siendo amables y firmes.
4. Sonreír, relajarnos, inspirar y exhalar
Si ponemos el enfoque en nuestra respiración, los estímulos externos negativos no podrán afectarnos tanto.
Respirar, sonreír, estar relajados, dejan a nuestra mente en paz, lo que nos permite tratar con personas complicadas y situaciones difíciles de manera más efectiva.
Practicar la respiración consciente o meditar pueden ayudarnos efectivamente a llevar a cabo el autocontrol que deseamos en un momento tenso.
Una sonrisa “desde el corazón” puede ser una excelente manera de tirar abajo los mecanismos de defensa de la otra persona, aunque seguro esto ya lo sabes. Les restas poder y también puedes aliviar tu propia tensión interna.
Si la situación es extremadamente complicada, alejarse es una buena opción, ya que se van mejor las cosas al cambiar el ángulo con que se miran.Existen infinidad de maneras de enfrentar estas situaciones y acá solamente te mostramos algunas, que esperamos te sean de utilidad.